Paseando por sus sinuosas y estrechas calles de estructura medieval, podemos contemplar los siguientes monumentos:
Se localiza en la calle a la que da nombre, es reconocible por el color y decoración a la almagra de su fachada principal. Construido en los últimos años del S. XVII. En 1835, fue afectado por la desamortización de Mendizábal, por lo que dejó de ser habitado por los frailes, segregándose la iglesia, quedando esta como ayuna de parroquia, y el resto del edificio quedó en manos del estado durante 36 años, por venta, pasó a manos de particulares y hoy por compra lo posee el ayuntamiento de Liétor. En dicha iglesia preside su Altar Mayor la imagen de la patrona de Liétor, Ntra. Sra. del Carmen, obra del escultor murciano Francisco Salzillo y Alcaraz. Bajo el presbiterio se encuentra la cripta con cuerpos semi-incorruptos de frailes y bienhechores del convento.
En el brazo del crucero del lado derecho se encuentran la imagen de un Cristo Yacente, tallado en madera, de anónimo autor, del S.XIX. En el mismo espacio, en una hornacina en la pared junto al altar mayor, se encuentra Sta. Teresa de Jesús, imagen de vestir del escultor Roque López, del año 1788. Al otro lado, en el brazo del crucero del lado izquierdo, S. Juan de la Cruz, obra anónima de finales del S. XVIII.
En sus dos únicas capillas se encuentran; a la derecha de la nave, la imagen de la Verónica realizada en 1996, por el escultor hellinero José Zamorano. A la izquierda de la nave y enfrentada a la anterior, el Grupo escultórico formado por Jesús y la Samaritana junto al pozo de Jacob, realizado el año 1950, por el escultor madrileño Tomás Noguera.
En el coro alto se encuentra el Órgano, construido por suscripción popular en 1993, obra del organero Alain Faye.
Se encuentra en la Plaza Mayor, por amplia escalinata se accede a la puerta principal. El edificio de la actual iglesia, fue construido entre los años 1767-1778, sobre el solar de otra que a su vez ocupó el del alcázar árabe. De aquella se conserva la torre campanario, construida con cal y canto revestido con sillares y rematada con almenas y espadaña, datado en la primera mitad del S.XVI. También la capilla de Ntra. Sra. Del Espino, terminada su construcción el año 1669, en esta se puede contemplar un espectacular retablo barroco colocado el año 1731, en donde se encuentra la imagen de la virgen del Espino, realizada por el escultor José María Sánchez Lozano el año 1951 y dos pequeños retablos gemelos procedentes de la iglesia del convento.
El edificio de la iglesia tiene forma de cruz latina, con cabecera plana, cúpula sobre pechinas en el centro del crucero y con dos estrechas naves adosadas a cada lado de la amplia nave central, en estas se abren y localizan las capillas y altares con sus respectivos retablos e imágenes.
La capilla del Altar mayor se encuentran sus muros decorados con un logrado “Trampantojo”, que simulan un pórtico clásico, fue realizado por Paolo Sistori el año 1795, en el resto de la iglesia, capillas y altares, se encuentran diferentes retablos. Uno de tablas pintadas de finales del S.XVI, en donde se halla la imagen de Sta. Bárbara obra anónima de la escuela andaluza, datada en el S.XVII. También, procedente de la desaparecida ermita de S. Antón, se encuentra la imagen tallada en madera, obra anónima del S. XVII.
El resto de los retablos son barrocos y neoclásicos de los siglos XVII, XVIII y XIX. Encontrándose en ellos, imaginería de la escuela de Salzillo: San Juan tallado en madera con buen estofado y policromía. Dolorosa y Esperanza, estas de vestir, datados los tres en 1770. Soledad imagen de vestir obra de Roque López, año 1778. La virgen del Rosario, es de vestir, obra de Joseph López del año 1784.
San José, imagen tallada en madera, del escultor Joaquín Eusebio Baglieto, de 1862.
El resto de las imágenes son del S.XX; Imagen del Nuestro Padre Jesús que es de vestir con pelo natural y que es obra del escultor José María Sánchez Lozano, del año 1949; Santiago Apóstol, tallado en madera, obra anónima de la década de 1940-50. Las realizadas en pasta madera; Cristo en la cruz de los años 40-50, Santa Rita de Casia de Arte Cristiano de Olot (Girona) de los años 70 y Jesús Resucitado realizada en los talleres de Arte Español Julián Cristóbal, Madrid 1974.
La imagen más reciente es la del Cristo de la Vera Cruz, realizado en madera, obra de la imaginera sevillana Juliana Arias, de Castilleja de la Cuesta, se presentó y bendijo el año 2012.
Por último, en el coro alto se encuentra el órgano histórico realizado por el organero Joseph Llopis Meseguer el año 1787.
Se encuentra en el interior de la iglesia parroquial, en lo que fue su sacristía, se distribuye en dos alturas, la planta baja constituida por tres salas, la primera dedicada a arte sacro, esta sirve de espacio distribuidor. En la de la izquierda se exponen piezas de arqueología local y colecciones de monedas, minerales y fósiles. La de la derecha se pueden observan colecciones de arte religioso popular. En la planta superior, dividida en dos espacios, en el primero se muestran objetos relacionados con la industria y artesanía letuaria; textil, seda y esparto. En el segundo se ha recreado una casa tradicional y hay dos apartados, en uno se exponen objetos correspondientes al concejo y en el otro una colección de cerámicas.
Se encuentra en la zona alta de casco urbano letuario, en la calle a la que da nombre. Externamente parece una casa más del barrio, por lo que al acceder al ella causa gran sorpresa la contemplación de la decoración se sus muros. Está constituida por una única nave de planta rectangular, con techado de madera a dos aguas, soportado por tres arcos de diafragma y muros de tapial, se terminó su construcción el año 1570. A los pies se encuentra un coro alto con barandal torneado de madera, en él se encuentra un pequeño órgano que se construyó en 2009, por el organero Didier Chanon. Junto al Altar se abre la puerta que da acceso a la sacristía, desde esta por una pequeña y estrecha escalera se sube al camarín, este está cubierto por un falso techo, en esta estancia se abre la hornacina donde está colocada la imagen de Ntra. Sra. de Belén, quedando elevada sobre el altar. La imagen tallada en madera se representa sedente con el niño sobre su rodilla izquierda, de autor anónimo, datada en el S.XVI. Todos los muros y techos están decorados, a excepción de la zona superior del coro y los dos primeros tramos de la techumbre que caen sobre el dicho coro y las dos puertas de acceso.
La importancia de esta ermita reside en el gran ciclo pictórico que adorna todos sus rincones con unas muy peculiares pinturas, en una línea ingenua y colorista dentro de la mejor estética popular. Estilísticamente, estos murales están llenos de encantadores arcaísmos e imperfecciones, pero es quizá eso lo que le confiere un notable interés. Realizadas por anónimo autor entre los años 1734 y 1735. Se realizaron en muchos casos por iniciativa o encargo de particulares que encargaron se represente el santo de su nombre o de su devoción. Se representan en retablos, cuadros, tapices, cueros o entre cortinajes y ángeles. Con diversa decoración vegetal, arquitecturas ilusorias, florones, fruteros y aves. Aquí desfilan santos, santas, escenas, decoración, hasta la alegoría de la muerte, acompañados en ocasiones de sentencias y versos ejemplificadores. El conjunto ofrece una gran variedad iconográfica. Por todo los expuesto, fue declara Monumento Nacional el año 1976.